Así se encuentra aficionado del Atlas tras agresión luego del Clásico Tapatío

Un hombre recibió al menos cuatro puñaladas, una de ellas le perforó un pulmón, y tuvo que trasladarse a recibir atención médica por sus propios medios. Esto sucedió la noche del jueves 21 de noviembre, luego de que finalizara el clásico tapatío entre Las Chivas y el Atlas, en el interior del estadio Akron, en Zapopan, Jalisco.
Gerardo, un padre de familia, aficionado del Atlas, que acudió a ver el partido en compañía de su hijo de 16 años, fue quien recibió el brutal ataque por parte de varios sujetos que portaban playeras de Las Chivas.
Según su testimonio, otorgado a los micrófonos de Tráfico ZMG y ZMG Sports, él y su hijo salieron al pasillo cuando terminó el partido, para posteriormente salir del estadio, cuando entre siete y ocho sujetos, que portaban playeras de Las Chivas, los interceptaron y les gritaron “Ya chingaron a su madre”.
Gerardo relató que estos sujetos intentaron agredir primero a su hijo, jalándolo del cuello de su camisa hasta rompérsela, por lo que él intentó protegerlo con su propio cuerpo “por instinto”. Luego los estamparon contra la pared, los tiraron al piso, lugar donde Gerardo se puso sobre su hijo, recibiendo todos los golpes.
Minutos más tarde, policías detuvieron la agresión, por lo que Gerardo y su hijo pudieron levantarse, y fue cuando se dio cuenta de que estaba sangrando por la espalda: “seguramente cuando nos tiraron fue cuando recibí la agresión de las heridas de la espalda”, dijo.
Los policías, al percatarse de las heridas, trasladaron a Gerardo a una enfermería que se encuentra en la parte superior del Estadio; después, según el relato, tuvieron que esperar entre 10 y 15 minutos para bajar de nuevo, a otra enfermería, pues los policías le refirieron que “era peligroso bajar con tanta gente”.
Después, pudieron acudir a la otra enfermería, donde una doctora lo atendió y le dijo que sus heridas requerían sutura pero “ellos no contaban con el material para la suturación”. En este punto, Gerardo preguntó por alguna ambulancia, sin embargo, le respondieron que estas ya no se encontraban en el Estadio, pues el partido ya había terminado: “me comentaron que las ambulancias, terminando el partido, se retiran a los accesos de tránsito, por donde salen los carros, y que llamar a una ambulancia se tardaría entre 50 minutos y una hora”, dijo.
Por lo tanto, Gerardo tuvo que se trasladado por sus propios medios a recibir atención médica: “llegó mi esposa con un sobrino […] mi sobrino se bajó corriendo hasta donde estaba yo, los oficiales me acompañaron hasta mi carro y nos abrieron paso, pero solo dentro del estacionamiento […] mi esposa me trajo aquí a la clínica”, detalló.
Finalmente, sobre el equipamiento que tiene dicho estadio para atender emergencias como estas, Gerardo expresó que: “sí les hace falta mucho material siento yo, no es posible que no tengan la forma de suturar una descalabrada, o por ejemplo lo que me pasó a mí, que estaba sangrando demasiado, creo que sí les hace falta mucho en ese aspecto”.
Actualmente, Gerardo se encuentra recibiendo atención médica en una clínica del IMSS, en estado delicado pero estable, debido a que una de las heridas con arma blanca llegó hasta uno de sus pulmones, perforándolo. En los próximos días se actualizará el panorama de su estado de salud, por lo que queda esperar.
Con información de Mario Baca, Sofía Mendoza